El término pereza proviene del latín y se define como una tendencia a no hacer nada. En la mayoría de los círculos sociales hablar de pereza es hablar de algo peyorativo. Por lo general todos los seres vivos, incluido aquí el ser humano, tiende a hacer algo cuando va a encontrar un beneficio en ello. En algunas personas esa tendencia se encuentra amplificada y no es privativa de los países desarrollados, sino también en los países en vías de desarrollo; cosa que descubrió hace tiempo el marketing tradicional.
Con la llegada de internet y del social media los perezosos o cualquiera de nosotros cuando siente pereza tiene un aliado en esas nuevas formas de comunicarse, relacionarse o incluso comprar. A lo largo del año hemos tenido acceso a muchos estudios que muestran bien a la claras que los hábitos de compra por internet cada vez se extienden a más personas y círculos sociales muchas veces sin mediación de la publicidad.
Uno de los estudios ha sido realizado por Verdit y muestra que la compra a través de internet se está extendiendo, y que 2 de cada 3 consumidores compra desde el salón de su casa, sobre todo si el consumidor se encuentra en la franja de edad de los 35 a los 54 años.
Las facilidades que ofrecen las tiendas electrónicas – que ya casi han llegado al comercio detallista – hacen que los consumidores se hayan vuelto todavía más vagos, ya que ahora la compra se puede llevar a cabo casi desde cualquier sitio. Aunque todavía no está muy extendido en nuestro país, en otros países avanzados nos encontramos que muchas compras se realizan desde teléfonos móviles inteligentes donde si se aplica el mobile marketing.
Las empresas como Amazon están ideando nuevos modelos de negocio y de marketing online en los cuales sería la propia Amazon – mediante el uso de drones guiados por GPS – la que llevaría los productos adquiridos por cada cliente hasta el lugar de entrega de la mercancía.
Lo que se pregunta mucha gente es cuál será el futuro del comercio tradicional y sus ventas a 15 años vista. Aunque nadie puede aventurar cual será ese futuro, la realidad es que gracias a las nuevas tecnologías los consumidores se han vuelto – nos hemos vuelto – mucho más perezosos a la hora de mantener el modelo tradicional del comercio minorista.
