Uno de los aspectos más difíciles del marketing no es atraer a nuevos clientes, sino evitar que los que ya tenemos opten por comprar los productos de la competencia. Muchas empresas creen, erróneamente, que una vez que hemos logrado a un cliente, este nos será fiel por años y años. Craso error. Muchas veces que un consumidor siga siendo cliente de una marca tiene fuertes implicaciones emocionales, en cierto modo mantener un cliente es algo muy parecido en mantener el amor o una relación sentimental.
El lograr que un cliente nos siga siendo fiel es una labor de cuidar esa relación entre cliente y marca, de manera que esos vínculos emocionales se mantengan durante el mayor tiempo posible, aunque sean por correo electrónico. Con el tiempo los gurús del marketing se han dado cuenta que esta disciplina sigue muchas de las líneas maestras, que puede tener una relación sentimental y el mantenimiento del amor en una pareja.
Dentro del marketing, ya sea tradicional o en internet, igual que en el amor, hay que dar un poco de celos a nuestros clientes pero sin pasarnos, de manera que no nos excedamos. Con los clientes hay que tener un cuidado mayúsculo, debido que seguramente existen docenas de marcas dentro de nuestro segmento donde nuestros clientes pueden acabar consumiendo.
También tenemos que aprender que muchas veces nuestro consumidor es como una mujer, a ambos les encantan los detalles. Con los clientes, para que lo sigan siendo, también es necesario tener algún tipo de deferencias de manera que no está mal recordarles cada cierto tiempo que son lo más importante para nosotros.
El marketing, como una relación de pareja o las redes de apoyo, la comunicación es muy importante. Tenemos que mantener una relación de comunicación fluida con nuestros clientes para saber todo lo que se pueda de ellos: lo que les gusta y disgusta, lo que les atrae y lo que les da repelús o saber sus gustos básicos.
Las empresas y marcas, con el tiempo, se han dado cuenta de la importancia que tiene el tener un conocimiento exhaustivo de sus clientes, de manera que, inclusive entre PYMES, suelen ser muy habituales los estudios de mercado.
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